La educación en Castilla y León no está tan mal


Pues parece que Castilla y León no anda tan mal cuando la comparamos con el resto de comunidades autónomas de España. Las razones son diversas. En varios periódicos como El Norte de Castilla, El Mundo o Europa Press, a menudo vemos artículos en los que hablan de aspectos que hacen que la educación castellanoleonesa destaque frente a otras, y que incluso se sitúe a veces a la altura de Finlandia, el país venerado por su calidad educativa. ¿Cómo es posible?

Los periódicos hablan de la eficiencia del gasto destinado a educación, poniendo gran énfasis en que gastar más no va ligado a que la educación vaya a mejor, sino que gastar mejor es lo que necesitamos. Este gasto eficiente de Castilla y León parece ser una de las claves de su éxito frente a otras comunidades autónomas. La Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León recalcó la importancia de dirigir fondos al aumento de recursos en centros que se encuentran por debajo de la media, manifestando interés por la dotación individualizada de dichos recursos a cada uno de esos centros educativos. De manera similar, también se posicionó sobre la necesidad de ayuda presupuestaria a centros “gueto” en situaciones precarias. Además de centrarse en esos tipos de centros, los periódicos como El Norte de Castilla señalan la inversión en programas bilingües en la mayoría de los centros educativos de educación primaria y secundaria, cuyo número va en aumento, como otro punto de inflexión en el progreso educativo. Ahora bien, los resultados y evaluaciones correspondientes aún están por ver dado lo relativamente reciente de esta medida. Por otro lado, la gente parece estar de acuerdo en que la estabilidad política castellanoleonesa ha permitido que esta comunidad no “maree” tanto a sus profesores y alumnos.

En definitiva, parece que una de las claves de este sistema educativo es la cada vez más acentuada atención individualizada a los centros, cada uno con sus características únicas, que necesitan distintos recursos y medidas para alcanzar el éxito. Además, los intereses de los alumnos y su futuro también se tienen en cuenta, reflejándose en medidas como el adelantamiento de las recuperaciones de 2º de bachillerato a junio y julio en vez de septiembre para promover un cronograma más y más adaptado al alumnado de hoy. Sí, parece que no estamos tan mal en Castilla y León, pero siempre queda espacio para la mejora.

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